Armas y Aikido

Cuando escuchamos a ciertos profesores o maestros de Aikido o incluso leemos muchas de las obras escritas sobre el manejo del Tachi o Bokken por expertos en Aikido, vemos que se le atribuye en muchas ocasiones un manejo o uso que poco o nada tiene que ver con el Aikido y el Kumi-Tachi que desarrollamos en esta bella disciplina. 

En la mayoría de los escritos sobre esta materia, se suele aclarar que son técnicas extraídas de diversas Ryu de Kenjutsu, dando a entender así, que en Aikido existe un gran vacío en dicha materia. Lo que nunca se aprendió, jamás se podrá explicar, enseñar ó transmitir.

El Aikido tiene identidad propia en esta materia, y para nada tiene que recurrir a otras Ryu o escuelas para rellenar ese vacío creado por la carencia técnica en dicha materia.

El manejo del Tachi o Bokken en Aikido es tan sencillo como hacer Aikido con el Bokken. 

Cuando trabajamos con el sable lo entendemos como una simple prolongación de nuestros brazos, variando exclusivamente nuestro Ma-Ai, puesto que el resto de conceptos permanecen inalterables. Es decir, realizamos con el sable todas aquellas técnicas de Aikido que entrenamos en nuestras cotidianas clases tanto en Tachi Waza, Suwari Waza, etc. 

El arsenal técnico que poseemos los aikidokas en Kumi-Tachi es impresionante, solamente en Irimi-nage tenemos veinte variantes básicas distintas en Sakate y veintidós variantes básicas en Junte. Aquellas técnicas de nuestro arsenal que empleamos en nuestros entrenamientos de Aiki-ken, Tachi Dori, etc, las trabajaremos en Kumi Tachi. El sentido que damos al sable es el mismo que damos a nuestras manos en el entrenamiento a manos vacías. 

El objetivo primordial es cortar, convirtiendo así una defensa en un ataque é igualmente un ataque en una defensa, ambas se funden en un único concepto. A esto se le denomina Tai No Sen. Tai No Sen, es cuando el ataque y defensa se producen a la vez. 

De esta manera, a Uke le resulta totalmente imposible su esquiva. Es decir; Cuando la defensa y ataque se convierten en uno solo, algo muy común en Aikido. Ai, unión, unificación, y así, la violencia que genera el Sable de Uke regresa a la fuente de origen, como feroz ola que azota la costa y por inercia regresa a su origen. Yin y Yan, positivo y negativo, violencia y clemencia. 

Debemos tener en cuenta el Kiri (Corte) que a su vez se transforma en Uchi Waza ( Arte de golpear con el Sable o cualquier otra arma). Cuando trabajamos a manos vacías la técnica siempre va precedida de un corte, el cual, lo ejecutamos con el canto de nuestra mano como si de un sable se tratase. Este corte va dirigido a las articulaciones, muñecas o antebrazos. Este será el objetivo de nuestro Kiri. Uchidachi ataca y Ukedachi se defiende cortando su antebrazos al tiempo que recibe su ataque. Uchidachi es el que ataca y Ukedachi es el que defiende. 

De esta forma, Uchidachi tiene la decisión propia de ceder o de sacrificarse ritualmente a la muerte, puesto que el Kiri precede a la técnica final que bien podría ser cualquier técnica del heredado arsenal de O-Sensei, pero eso sí, ejecutada letalmente con nuestro sable, y a diferencia de las Ryu de Kenjutsu acortaremos nuestro Ma-Ai. Recordar que Ai significa unión. Por tanto, nuestra defensa se transforma en ataque, esa feroz energía agresora regresa a su fuente creadora, desarmando así a Uchidachi y conduciéndole al caos final.

Al igual que en Tachi-Waza trabajamos contra dos Uke, en Kumi-Tachi trabajamos con dos armas en nuestras manos, es decir, Ni To: “técnica de combate con dos espadas”, Bokken en nuestra mano derecha y Kodachi o sable corto en nuestra mano izquierda. Aprenderemos a desenfundar ambos sables a la vez, tanto en Junte como en Sakate. Igualmente desarrollaremos todas las técnicas de Aikido con ambas armas a la vez, trabajo no fácil pero sumamente grato y vistoso, con el cual, desarrollamos un magnifico equilibrio en nuestro cuerpo.

Pero el Kodachi o sable corto tiene su propio uso como arma única, manejo similar al del Tambo, con una sola mano y con una única diferencia, el Kodachi conserva ese sentido de Kiri o corte mientras el Tambo modifica ese sentido por el de golpear esas articulaciones para el desarme. Pero al igual que el Tachi, las técnicas son inalterablemente las mismas que nos lego Nuestro Fundador.

Mediante el trabajo en Kumi-Tachi, el estudiante asimila con una mayor compresión y efectividad los diversos conceptos de Kokyu, Ma-Ai, De-Ai, Tai- Sabaki y Te-Sabaki. En conclusión, Kimusubi, la meta de cualquier Aikidoka.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *